En todo negocio, para alcanzar el éxito, es fundamental generar un verdadero ambiente de bienvenida en sus instalaciones, más cuando de clínicas estética se trata. Es muy importante crear un efecto positivo en la sensación perceptiva de los usuarios que acceden al local comercial. Un claro ejemplo lo encontramos en la reforma realizada en la clínica Anthea y que fue llevada a cabo por el estudio Amasl.
El programa de este negocio es muy singular al ser una clínica de medicina estética, un concepto sanitario puntero y contemporáneo, más asentado en otros países, incipiente aún en España, y que requiere una arquitectura que aporte confianza y seriedad en una escala más doméstica que sanitaria u hospitalaria, y que, por otro lado, afiance el carácter innovador y cálido de la empresa promotora.
Acabados de primer nivel
La característica principal y más llamativa de este proyecto son los acabados de los parámetros verticales. Para ello, se utilizaron colores cuidadosamente seleccionados y que estaban en directa relación con el mobiliario elegido para su decoración. Estos colores están situados en dos frentes importantes que marcan dos espacios diferenciados.
También es importante prestar atención a las texturas utilizadas en estos parámetros y que varían entre el tacto textil y un tacto más metálico, pero siempre siguiendo la armonía de sus tonos, que además, articulan perfectamente con el carácter femenino y puntero de la actividad.
La división entre dos de las zonas que el programa requiere se realiza mediante un sistema de lamas blancas de madera conjugadas entre sí con una pletina metálica curva a medida, y que suma un nivel de privacidad superior al incluir en el diseño de dicha pletina una barra para una cortina textil que aporta otro toque de color en las mismas gamas del conjunto, en el que conviven los tonos pastel, dorados y algún toque de verde algo más eléctrico.