Villa K es un proyecto construido en la región alemana de Turingia en el que se mezcla el lujo que nos podemos esperar en una mansión moderna, con soluciones innovadoras que buscan integrar la sostenibilidad siempre que sea posible.
Los estudios de arquitectura buscan cada vez más en sus proyectos ofrecer ideas más sostenibles con las que cuidar el medio ambiente, pero sin perder un ápice de lujosidad. Esto es lo que han buscado el estudio de arquitectura Paul de Ruiter con el diseño de su proyecto Villa K, una mansión moderna llena de lujos pero que además cuenta en su diseño con innovadoras ideas de sostenibilidad.
Residencia con un diseño moderno
El proyecto Villa K fue construido en la región alemana de Turingia, cerca de un bosque y con un tamaño de 248 metros cuadrados. El proyecto fue encargado al estudio de arquitectura Paul de Ruiter, una empresa con una larga experiencia en la construcción de viviendas de lujo a las que intentan aplicar el mayor número de ideas de sostenibilidad.
Para muchos expertos en el sector de la arquitectura, esta mansión es el mejor ejemplo para observar en un mismo proyecto sostenibilidad, innovación, discreción y una gran integración con la naturaleza que la rodea, reduciendo su impacto a lo mínimo.
Los materiales utilizados para su construcción fueron muy simples, dejando de lado materiales modernos y decantándose por otros más tradicionales como el hormigón, acero y cristal.
Residencia cómoda y acogedora
Los materiales utilizados pueden hacer pensar que se trata de una vivienda muy fría y poco acogedora, pero más bien es todo lo contrario. Para darle una mayor calidad, la casa fue orientada hacia el sur para poder aprovechar el mayor número de horas de sol posible. La parte norte está construida en la ladera de una pequeña colina y es ahí donde nos encontramos la entrada, las áreas de servicio, la sala de caza y un amplio garaje con capacidad para seis vehículos.
La parte sur de la Villa K está formada por las zonas de estar y los dormitorios. Toda la fachada que forma la parte sur está compuesta por cristal que ofrece unas vistas panorámicas de toda la zona permitiendo además la entrada de gran cantidad de luz a toda la vivienda.
Tonos neutros inundan cada una de las habitaciones
Uno de los motivos que llevaron al uso de materiales como el hormigón o el cristal, era para darle mayor importancia a la zona donde fue construida la Villa K que a la propia vivienda. Si nos fijamos bien, los colores predominantes en todo el edificio son tonos neutros destinados a ofrecer una decoración minimalista. Únicamente algunos elementos decorativos como el sofá ofrecen un toque de lujo a la casa.
La terraza tiene forma de U y la encontramos alrededor del área social, haciendo hincapié en la estrecha conexión con la naturaleza. En el centro de esta original terraza nos encontramos un patio cubierto parcialmente que funciona como un espacio de transición.
Piscina perpendicular a la terraza
La mansión cuenta con una piscina en el patio que fue colocada perpendicularmente y que cuenta con una plataforma que aporta continuidad a la zona exterior. Alrededor de la terraza, se colocó un pequeño huerto donde los propietarios plantan verduras y árboles frutales.
El techo de toda la vivienda fue recubierto de musgo con dos objetivos muy claros. Lo primero, ayudar a que se mezclase con el paisaje y el segundo, para ayudar a mejorar el aislamiento térmico global de la casa. Las placas solares colocadas encima del garaje y entrada, enfatizan el carácter sostenible y respetuoso del proyecto con el medio ambiente.
La casa también cuenta con un intercambiador de calor que tiene la función de regular la temperatura dentro de la vivienda durante todo el año, debido en gran medida a que en la parte sur da mucho más el sol que en la parte norte, lo que provoca grandes diferencias térmicas en el interior.
Una bomba de calor ayuda a mantener una temperatura constante en cada uno de sus rincones creando un ambiente muy agrada. Además, hay que sumarle la calefacción de hilo radiante que fue instalada para todas las habitaciones y que ayuda a lugar contra el frío en los meses de invierno.
Sin duda, una mansión donde más de uno le gustaría poder vivir durante todo el año.
Sin alejarnos de Alemania, os queremos mostrar otro proyecto llevado a cabo en ese país con la idea de construir la vivienda más cuidadosa con el medio ambiente que jamás se ha construido.
Tras ver todo lo que ofrece la casa Villa K, ¿qué os ha parecido? ¿Qué otras cosas pensáis que se le podría haber incluido para haberla hecho aún más sostenible? Animaros y compartir vuestros comentarios con todos nosotros. ¡Os estamos esperando!
Las imágenes que aparecen en esta entrada han sido sacadas del portal del estudio de arquitectura Paul de Ruiter.