Dinamarca y Suecia están unidos por el puente Øresund, una edificación donde se mezcla arquitectura e ingeniería para crear una nueva vía de enlace entre estos dos países nórdicos, creando uno de los puentes más impresionantes del mundo.
La humanidad parece no tener límites a la hora diseñar nuevos proyectos. Siempre parece buscar nuevos retos, y cuanto más complicado puede ser algo, mejor resultado suelen conseguir. Como muestra os queremos hablar del puente Øresund, una gran obra de ingeniería que ha sido capaz de unir los países de Suecia y Dinamarca por medio del Canal Flint, un impresionante puente atirantado que recorre los 8 kilómetros que separan a estos dos países, y que además también cuenta con un túnel a mitad de camino que circula por debajo del mar, un puente que perfectamente podría formar parte de la lista de puentes más impresionantes del mundo.
Copenhague y Malmö unidos por él
Si nos fijamos en un mapa de Europa, nos damos cuenta que Dinamarca y Suecia están realmente juntas. La separación que hay entre ellas es diminuta y ya que es así, ¿por qué no mejorar la comunicación entre estos dos países nórdicos? Este es lo que se ha conseguido con el proyecto Øresund, un puente de une la capital de Dinamarca, Copenhague, con la ciudad sueca de Malmö y que fue abierto al público el día 1 de julio del año 2000.
Los encargados del diseño de esta estructura, fue la firma de ingeniería danesa COWI junto al arquitecto George KS Rotne. Para llevar a cabo esta impresionante obra, decidieron apostar por un sistema mixto en el que se combina un puente de 8 kilómetros de longitud, con un túnel bajo el mar de otros 4 kilómetros, túnel que surge a partir de una isla artificial que fue creada para este proyecto en mitad del mar.
El puente es de estilo atirantado que cuenta con algunos pilares de hasta 204 metros de alturas y que se encargan de sostener el trozo de puente más largo del recorrido, con una distancia de 490 metros de vano. Toda esta estructura, permite crear una autopista de cuatro carriles, dos en cada sentido, así como dos vías para el ferrocarril, que circulan en la parte inferior del puente, justo por debajo de la calzada, una técnica que se suele utilizar en este tipo de puentes.
De todos los elementos que forman parte de este gran puente, no todos se construyeron a pie de obra sino que únicamente fueron las grandes columnas las que se levantaron ahí. El resto de tramos se construyeron en tierra y con la ayuda de grandes grúas flotantes fueron llevados hasta la ubicación correcta, por lo que fue muy importante la precisión para que todas las piezas encajaran de forma adecuada.
Una isla artificial a mitad de camino
Esta isla artificial que nos encontramos a mitad de camino, es conocida con el nombre de Peberholm y tiene la característica de que fue levantada con los materiales dragados del fondo marino. Al igual que ocurrió con el puente, cada tramo del túnel, fue construido en tierra para después ser remolcado hasta la ubicación que ocuparía, sobre una zanja de dragado, una gran obra que poco o nada tiene que ver con los túneles de algunas estaciones de metro.
Esta peculiar isla artificial, se ha adaptado muy bien al resto del entorno ya que en ella se han descubierto más de 500 especies diferentes de plantas, además de servir esta isla como lugar donde poder vivir gran cantidad de aves y una variedad muy especial de anfibio. Nos estamos refiriendo al sapo verde raro.
La gran altura del puente, ha permitido que el tránsito de barcos por esas aguas se mantenga como ocurría antes de su construcción. De hecho, este fue uno de los principales puntos que debía cumplir el proyecto. De esta forma, sean barcos pequeños o grandes buques, todos pueden pasar por debajo de él sin ningún tipo de problema.
El puente une las dos ciudades nombradas al principio de esta entrada en tan sólo 35 minutos, algo de lo que se aprovecha cientos de familias cada día, que ven como pueden pasar de un país a otro sin necesidad de tener que coger un avión o un barco que los lleve a la otra orilla y que permite que personas de un país puedan trabajar en el otro y viceversa.
15 años prestando un gran servicio y del que se espera que siga prestándolo por muchos más años.
Por último decir que el uso de este puente no es gratuito, sino que todas aquellas personas que quieran pasar de un país a otro por él, deben pagar un peaje, aunque su precio no es excesivamente elevado. De todas formas, yo pagaría lo que fuera (dentro de la normalidad) para poder disfrutar de las vistas que ofrece este impresionante puente. Quizá en un futuro forme parte de los puentes que aparecen en los billetes de euro.
¿Qué os ha parecido este puente, impresionante verdad? Si quieres saber más sobre él, lo puedes hacer en el portal twistedsifter, donde hemos sacado las imágenes que acompañan a esta publicación. Además, si quieres decir algo más sobre esta construcción, te animamos a que lo compartas con todos nosotros.