Hoy os traemos una bonita historia donde el protagonista es Justa Gallego Martínez, un cura que lleva sus últimos 50 años de vida, levantando una iglesia a partir de materiales reciclados que ha ido recogiendo. Una obra digna de cualquier arquitecto de primer nivel.

En la vida hay momento por los que pasamos grandes apuros, son momentos de mucha angustia y en los que solemos hacer grandes promesas en caso de salir victoriosos de esas situaciones. Esto es lo que le ocurrió al protagonista de nuestra historia de hoy, Don Justo Gallego Martínez, una persona que consiguió burlar a la muerte y que como agradecimiento a Dios, se le ocurrió la idea de levantar una iglesia con sus propias manos a partir de materiales reciclados que ha ido cogiendo, una historia muy emotiva y llena de sentimiento.
Una promesa tras vencer la tuberculosis

Don Justo era un monje que estaba destinado en el monasterio cisterciense de Santa María de Huerta. Llevaba una vida llena de paz y tranquilidad hasta que le fue diagnosticado tuberculosis. En ese momento, fue expulsado del monasterio para salvaguardar la salud del resto de religiosos. Temiendo por su vida, Don Justo hizo una promesa, que si se salvaba, construiría un templo en honor del Señor.
El 12 de octubre del año 1961, Don Justo había vencido completamente a la enfermedad, y se puso manos a la obra para hacer realidad su promesa. Desde entonces, han pasado más de 50 años, tiempo en lo que esta persona ha conseguido levantar una catedral de la nada, utilizando en gran parte materiales reciclados que ha ido encontrando, y sin tener ningún conocimiento de arquitectura previa. No existen ningún tipo de plano ni de proyecto de obra, sino que todo lo que ha levantado, ha salido de su cabeza.
Conocida como la Catedral de Justo

Para su construcción, Don Justo eligió un terreno familiar que tenía en la localidad madrileña de Mejorada del Campo. Tiene una superficie de 4.740 metros cuadrados y hasta la fecha, alcanza una altura de 35 metros.

La catedral está compuesta por todos los elementos que suelen existir en este tipo de construcciones como pueden ser la cripta, el claustro, la escalinata o el pórtico, entre otros. La mayoría de elementos utilizados para su construcción son materiales reciclados habituales en nuestras vidas, aunque también ha recibido donaciones de empresas que han facilitado la construcción de la catedral.

Cuando comentó a los vecinos de la localidad la idea que tenía en mente, muchos de ellos lo tacharon de loco, pero al tiempo, al ver lo que era capaz de hacer con sus propias manos, todo el pueblo empezó a apoyarle, incluso hubo gente que no dudó en arrimar el hombro y ayudarle en el proceso de construcción.

Por falta de tiempo, muchas de las partes de esta catedral están sin acabar, un ejemplo es la imagen que podéis ver a continuación, donde se observa un muro de ladrillos, pero que está sin enfoscar y sin pintar. Aún queda mucho trabajo por hacer.

Materiales reciclados para su construcción

Don Justo destinó todo el dinero que le correspondió de su familia al desarrollo de esta gigantesca obra, pero como era mucho el dinero que necesitaba para hacerla realidad, se decantó por el uso de materiales reciclados. De esta forma, podemos observar como las columnas que forman parte del edificio, están construidas a partir de viejos bidones de aceite.

Para el recubrimiento de la cubierta ha utilizado viejos envases de comida, un material que parece no ser muy resistente pero que le ha permitido a este hombre religioso llevar a cabo sus planes.

Como no podía ser de otra forma, y siguiendo la línea de las principales catedrales del mundo, esta también tiene en su diseño escenas de la Biblia, escenas que cuenta la vida de Jesucristo y sus Apóstoles.


Aunque todo el mundo la conoce como la «Catedral de Justo«, en si no se trata de una catedral ya que no es un edificio que haya sido consagrado, aunque la idea que tienen todo el pueblo en mente, es que una vez que se termine, se pueda consagrar y convertirse en alguna de las maravillas arquitectónicas que hay repartidas por todo el mundo, aunque para ello, todavía queda mucho tiempo.
El Museo de Arte Moderno de Nueva York dedicó una exposición de fotos a esta original obra sacra, y una campaña de Aquarius en el 2005, hizo que fuera conocida en todo el mundo, siendo uno de los principales reclamos turísticos de la localidad.
En este vídeo que os dejamos a continuación, puedes conocer mucho más sobre esta espectacular obra, conocida por todos como la «Catedral de Justo».
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