El protagonista de la entrada de hoy es un cortijo abandonado situado en Asturias y que durante muchos años fue pasto de la naturaleza hasta que una familia lo adquirió y llevó a cabo una profunda remodelación hasta convertirlo en una moderna casa familiar.
Es habitual encontrarnos construcciones que llevan abandonadas décadas y que están en un estado de ruina completa. La falta de cuidados termina por conseguir que muchas acaben en el suelo, pero algunas tienen suerte y consiguen salvarse de la quema. Es el caso de este cortijo abandonado durante más de 50 años en Asturias y que fue comprado por una familia para construir una casa moderna familiar. El proyecto fue acabado en el año 2015 y el encargado de llevarlo a cabo fue el estudio de arquitectura PYO, una empresa reconocida a nivel mundial y que ha recibido importantes premios desde que fue fundada en el año 2002.
Casa formada por dos estructuras
Lo primero que llama la atención de lo que fue un cortijo abandonado, es que se ha convertido en una vivienda formada por dos estructuras bien diferenciadas. Por un lado tenemos lo que era la casa principal, mientras que la segunda parte corresponde a lo que era el antiguo establo. Como pudiera ser de esperar, ambas estructuras fueron reformadas siguiendo un mismo patrón.
Antes de convertirse en la actual Casa Tremolo, este fue el nombre con el que la bautizaron sus propietarios, la estructura que formaba parte del viejo cortijo abandonado estaba en muy mal estado, casi a punto de derrumbarse. La naturaleza se había apropiado de ella y no precisamente para formar parte de los conocidos como tejados verdes, sino que su estado de abandono había provocado que plantas crecieran por toda su superficie.
Se llevó a cabo una profunda reforma
La parte del establo estaba formada por una estructura donde se mezclaba piedra y madera, pero contaba con un gran estado de deterioro. La mayoría de sus paredes tuvieron que ser reemplazadas. Pero la casa principal no estaba en mucho mejor estado. Su fachada tuvo que ser levantada desde cero pero los arquitectos intentaron que no se diferenciara mucho del resto de la construcción y para ello utilizaron cemento blanco y piedras de la zona.
Las partes de la fachada que en su forma original estaba formada de piedra y ladrillo, fueron sustituidos por muros monolíticos de hormigón que se encargan de reproducir la textura de la madera, ofreciendo un entorno muy acogedor para sus habitantes.
Un nuevo muro de carga tuvo que ser construido en la casa principal cuya misión fue la de reforzar los viejos muros de piedra, así como proporcionar un mejor aislamiento a toda la estructura.
Construida en una pendiente empinada
Este viejo cortijo abandonado, está construido sobre una pendiente empinada que ofrece unas vistas impresionantes de la zona, aunque esto fue un problema para los arquitectos a la hora de llevar a cabo la remodelación, ya que tuvieron que tener en cuenta los dos metros de desnivel que había entre la fachada norte y la fachada sur.
Para hacer frente a este problema, los arquitectos optaron por una disposición escalonada de los espacios de la planta baja de la vivienda. Con esto se consiguió crear una serie de zonas conectadas entre sí a diferentes alturas. Para conseguir esto, las estructuras que había en su interior fueron eliminadas, y en su lugar se utilizaron pilares metálicos ligeros.
A lo largo de todo el espacio, se construyó una gran habitación a triple altura. En esta zona fueron ubicadas ventanas con contraventanas de madera siguiendo el mismo patrón que las utilizadas en los antiguos graneros. Cabe destacar que toda la estructura interior se organiza en torno a cuatro estructuras en forma de diamante.
También hay que destacar el diseño de una novedosa escalera metálica que permite subir al segundo piso y en la que nos encontramos estantes pensados para colocar libros u otros objetos en su interior.
En esta primera planta, nos encontramos dos dormitorios. El principal cuenta con una bonita terraza en una de sus esquinas y que ofrece grandes vistas.
La decoración destaca por su ausencia, siendo totalmente minimalista y contando únicamente con los elementos necesarios para poder vivir en ella.
Al igual que en el exterior, para la reforma interna también se utilizó hormigón blanco, vigas de hierro, madera curtida y piedras de la zona, lo que aporta un diseño moderno y con mucho carácter.
Siguiendo con el tema de los cortijos, os dejamos el resultado final de una profunda reforma que se realizó en un cortijo clásico y cuyo resultado es muy llamativo.
El caso de este cortijo abandonado no es único, porque a lo largo de toda la geografía mundial, es habitual encontrarse con casas abandonadas que tras una profunda remodelación se transforman en algo totalmente diferente a lo que fueron un día, como ocurrió con este granero que se convirtió en una sorprendente casa de campo. Tras ver estas imágenes, ¿qué opinión tenéis sobre este proyecto? Animaros y compartir vuestros comentarios con todos nosotros. ¡Os estamos esperando!
Las imágenes que aparecen en esta entrada han sido sacadas del portal Homedit.