La integración arquitectónica de la energía solar fotovoltaica no solo es una cuestión estética que mejora notablemente la apariencia de los edificios. Especialmente, se trata de una herramienta esencial para conseguir edificios eficientes y optimizar su rendimiento. Se trata, por tanto, de la tendencia natural, presente y futura, de este sector energético.
Cada día, un creciente número de personas se interesan por la energía fotovoltaica teniendo en cuenta la integración arquitectónica de los paneles solares fotovoltaicos, es decir, por la estética, cómo se verán o si pasarán desapercibidas las placas solares una vez que hayan sido instaladas. En la actualidad, la tecnología fotovoltaica ofrece múltiples opciones a la hora de adaptar los paneles solares en los inmuebles, y no solo por la mejora estética que supone, sino porque además se consigue optimizar su rendimiento.
En este sentido, los sistemas de producción de energía fotovoltaica, en concreto sus paneles solares, son utilizados como elementos de diseño y de construcción. Los avances tecnológicos en este entorno de la producción energética han dado lugar a lo que se denomina integración arquitectónica de la energía fotovoltaica o, de sus siglas en inglés, BIPV (Building Integrated Photovoltaics).
¿Qué es exactamente la integración arquitectónica de la energía fotovoltaica?
Se conoce como integración en la arquitectura de la energía fotovoltaica a la incorporación de dispositivos que convierten la radiación solar en electricidad desde el diseño del proyecto hasta la posterior construcción de las edificaciones. En este nuevo modelo constructivo los paneles solares no son algo que se añade una vez terminada la casa, sino que desde el principio están muy presentes.
Como se acaba de comentar, los sistemas fotovoltaicos dejan de contemplarse como un componente externo, sino que se busca que queden perfectamente integrados en el diseño arquitectónico del inmueble. De esta forma que no solo se mejora la apariencia estética, eliminando estructuras nada coherentes con el diseño, sino que también ofrecen un plus al valor funcional de las edificaciones, implantando un modelo de consumo amigable con el medio ambiente.
Cómo se lleva a cabo esta unificación con los inmuebles de los sistemas fotovoltaicos
Para una adecuada integración de estos elementos en los edificios, las instalaciones fotovoltaicas se deben incorporar a los cerramientos como un nuevo material de construcción. Para conseguirlo, es fundamental que se trabaje con este propósito en mente desde las primeras fases del proceso de ideación del proyecto arquitectónico.
Algunas de las opciones de integración arquitectónica
En primer lugar, las fachadas ventiladas, que con su cámara permiten reducir las temperaturas de los inmuebles los vuelven más eficientes, y, además, proporcionan espacio para el cableado.
En segundo lugar, los muros cortina modulares, que son prefabricados en taller, ofrecen la ventaja de que tanto la instalación como la conexión de los módulos se lleva a cabo bajo mejores condiciones de calidad.
En tercer lugar, los parasoles, lamas y voladizos, elementos que se incorporan en estas medidas de integración arquitectónica por su función de elementos de sombra y presentar, al mismo tiempo, un soporte óptimo donde colocar, integrándolos en la estructura, los módulos fotovoltaicos.
En cuarto lugar, se presentan las cubiertas de los edificios, que es el lugar habitual donde se realiza la instalación fotovoltaica. Sin embargo, si se quiere llevar a cabo una correcta integración de los paneles solares, hay que evitar la solución recurrente de superposición y optar por soluciones mediante la incorporación de módulos diseñados específicamente para este fin.
El futuro de la Arquitectura Solar
A medida que la tecnología solar avanza, también lo hace la capacidad de los arquitectos a la hora de encontrar nuevas soluciones, formas de fusionar estos sistemas en los edificios con las últimas innovaciones. El presente y futuro de la energía solar no se basa en localizar el mejor lugar para instalar los paneles solares en los edificios, sino en buscar las soluciones más eficaces y optimizadas para que formen parte de la estructura misma del edificio.
Una tendencia que está impulsando el sector y hace que ésta avance a ritmos agigantados en los últimos tiempos es la construcción verde y sostenible. El cambio hacia la arquitectura solar se está forjando como necesidad de dar respuesta a un modelo arquitectónico más sostenible, representando la visión de hacia dónde avanza el futuro de la construcción.
Cabe señalar que, a medida que las ciudades se esfuerzan por reducir su huella de carbono, la incorporación de la energía solar en todos los inmuebles que integran los conjuntos urbanos se está volviendo más necesaria y relevante. En este sentido, destaca el enorme potencial con el que cuentan los rascacielos y los grandes edificios comerciales para generar energía solar.