El Plan BIM que se está implantando en la contratación pública en España lidera el camino hacia la renovación del sector, con una estrategia que arrancó el pasado 1 de abril y que abarca hasta el año 2030. Entonces, BIM será imprescindible en los contratos públicos.
Está siendo una incorporación gradual y progresiva con dos metas en el horizonte: mejorar la eficiencia del gasto público y servir de palanca para la transformación digital en la construcción. El futuro del sector será BIM. Esta revolucionaria metodología de Modelado de Información de Construcción (Building Information Modeling) lleva consigo importantes beneficios que se demuestran en cada proceso de edificación u obra civil. Tal y como menciona Borja Sánchez Ortega, Director de Proyectos y Director del Máster BIM Manager Internacional (+VR) de la consultora especializada Espacio BIM -www.espaciobim.com-, “BIM permite centralizar toda la información de un proyecto (geométrica, documental, etcétera) en un modelo digital desarrollado por todos los agentes que intervienen”. De esta manera, todos pueden estudiar todo el ciclo de vida del proyecto en cuestión, desde el diseño hasta su posterior demolición.
Y es que BIM mejora la eficiencia en la creación de proyectos arquitectónicos, transformando la presentación de diseños con modelos 3D y renderizados realistas; asimismo, el uso de esta tecnología minimiza los errores de construcción y ahorra recursos económicos, facilita el seguimiento y control de todas las etapas de construcción así cono la realización de modificaciones y actualizaciones en los proyectos. Además, BIM está en sintonía con los retos urgentes en materia de medio ambiente, y su uso fomenta la planificación y ejecución de edificios más ecológicos y eficientes.
Todo ello hace que esta metodología de trabajo colaborativo esté cada vez más presente como requisito en las licitaciones públicas. En esta estrategia hacia la innovación, la eficiencia y la sostenibilidad, España y su ya iniciado Plan BIM de la Contratación Pública están siendo ejemplo para otros Estados miembros de la Unión Europea que ya están diseñando sus propias estrategias de implantación de dicha tecnología en la contratación pública, entre ellos Estonia, Letonia, Italia, Eslovenia o Irlanda.
El Plan BIM, elaborado por la Comisión Interministerial BIM (CIBIM) junto a un comité de expertos, define un calendario progresivo de implantación de la metodología por parte de los órganos de contratación que acaba de arrancar el pasado 1 de abril y concluirá en 2030, y fija el cumplimiento con los requisitos de seguridad e interoperabilidad exigibles. En concreto, los requisitos de información BIM -en cuyo empleo se irá avanzando- se agrupan en cuatro grandes categorías: Estrategia, Procesos, Tecnología y Personas. El primero incluye desde proyectos piloto o licitaciones aisladas, hasta procedimientos sistemáticos innovadores para la gestión de la información. Procesos alude al tipo de procedimientos requeridos para la gestión de la información. Tecnología incluye requerimientos sobre el repositorio común de la información. Y Personas, requisitos crecientes sobre la capacitación del órgano de contratación, así como sobre la capacitación del licitante.