Estamos acostumbrados a líneas rectas y espacios cuadrados a la hora de diseñar un edificio, pero cuando el espacio no es muy grande y el terreno no es todo lo cuadragunlar que uno quisiera, es necesario tirar de imaginación para crear algo sorprendente. Es lo que tuvieron el estudio de arquitectura L3P en colaboracíon con la oficina de ingeniería Bona + Fischer, que supieron combinar con habilidad temas industriales y el minimalismo para crear esta vivienda.
El primer problema fue el poco espacio que tenían para levantar la casa, por lo que apostaron por la verticalidad para ofrecer al dueño un espacio total de 290 metros cuadrados repartidos entre varias plantas.
La casa está llena de sorpresas, desde la entrada a la misma, que se hace por medio de una cochera subterránea y continuando por una estantería de hormigón, una hamaca cubierta o un rincón de lectura impresionante.
La casa por dentro está toda fabricada de hormigón, lo que puede dar sensación de frío, pero nada de eso, ya que según vas conociendo más rincones de ella, te das cuenta que todo está relacionado aportando ese toque de confort que todo hogar debe tener.
Desde el exterior se observa los grande ventanales que rodean todo la vivienda y que permite que entre la luz del sol durante todo el día, para ofrecer más calidez al hogar.