Hablar de Nueva York es hablar de una de las ciudades más importantes de todo el mundo, donde conviven gran cantidad de culturas y tipos de arquitecturas distintos. Se trata de una ciudad donde los rascacielos están a la orden del día y donde nos podemos encontrar un sinfín de ingeniosas viviendas construidas a partir espacios únicos, como ha ocurrido con este viejo almacén de 300 metros cuadrados del año 1884 que ha sido remodelado por el arquitecto Andrew Franz para crear un loft que llama la atención a primera vista.
El punto fuerte de este loft es sin duda la gran cantidad de luz solar que entra al espacio, gracias a la estructura de cristal que permite contemplar el patio interior que se comunica con el jardín levantado en la azotea. Gracias a una estructura retráctil de 150 metros cuadrados, los dueños de la vivienda pueden disfrutar de las maravillas del cielo incluso en las noches frías de invierno.