Al entrar en una casa, uno de los puntos que capta la atención en todo salón es el sofá. Este elemento es un icono decorativo y suele atraer las miradas porque es una pieza central tanto de la decoración como de sus colores, tamaño y diversos estilos. Probablemente para muchos solo sea una pieza utilitaria.
Sin embargo, un sofá tiene mucho más que ofrecer porque, además de ser un mueble para descansar, recibir a las visitas, leer un libro o ver televisión es un elemento esencial en la decoración y en torno al cual se puede desarrollar todo el diseño de una estancia. Pero, ¿qué hace tan especial a un sofá? Esto que sigue a continuación:
Centro del diseño
Un sofá, bien sea de una sola pieza o un chaise longue siempre será una parte primordial del diseño y la decoración. Esto es así sobre todo en los pisos pequeños en los que, al abrir la puerta, lo primero que se ve es el salón.
Un mueble como este puede llamar la atención y dar una idea del estilo de vida de la familia que lo eligió. Es el eje en torno al cual gira el resto de la decoración y a partir del cual se elige el resto de muebles y elementos decorativos como mesas auxiliares, cuadros y adornos.
A través de sus cualidades se puede captar la personalidad de los ocupantes de la casa: un sofá de gran tamaño transmite una fuerte sensación de amabilidad y los colores brillantes transmiten una sensación de fuerza, dinamismo y positividad.
Sinónimo de comodidad
Un rápido vistazo al sofá da una indicación de lo a gusto que se puede estar una vez que se empiece a descansar en sus cojines. Mientras que un sofá cama puede crear un lugar para que un miembro de la familia o amigo pernocte en la casa eventualmente. Por eso es fundamental saber cómo combinar la belleza y la practicidad. Hoy en día, existen numerosos tipos de sofás entre los que elegir y se puede hacer vía online para más comodidad.
Por ejemplo, si el impresionante diseño de un sillón diván encanta los sentidos, se tiene que considerar si esta pieza de mobiliario combinará con el resto de los muebles y elementos del salón.
Sin embargo, por más hermoso que sea un sofá, debe ser siempre cómodo y confortable, pues es un mueble de suma importancia en el hogar y en el que toda la familia pasará horas de descanso.
Marca el estilo
Para quienes no sepan cómo comenzar una idea de decoración, el sofá puede ser la base sobre la que se construye todo el estilo del salón e, incluso, de toda la casa.
Un sofá rústico no puede dar lugar a una decoración Art Nouveau o tipo escandinava. Mientras que un sofá de cuero en tonos oscuros da la impresión de un ambiente clásico y sofisticado.
Incluso, puede ser la pieza discordante y central para marcar un eclecticismo que llamará la atención de todos.
Es decir, para producir un estilo consistente y coherente, es mejor empezar por el sofá y luego construir el resto del salón a su alrededor.
Un mueble para compartir y descansar
Un sofá es una petición para pasar tiempo con los demás. Es el mueble central de toda reunión familiar o de amigos que se haga en la casa. Es el mueble capaz de persuadir a los reunidos para que se sienten y compartan.
También es un mueble importante para quienes viven solos y tienen momentos de relax tras llegar de un largo día de trabajo.
Dado que la tecnología moderna ha conseguido transformar los hogares en auténticas salas de cine, ahora hay que tener en cuenta la comodidad y la practicidad de los sofás a la hora de pensar en cómo pasar tiempo de calidad en casa.
Por tanto, decorar el espacio para atraer los sentidos debe ser la prioridad. No solo se trata de belleza, sino de comodidad y practicidad.
Es decir, el sofá debe ser bello, pero también cómodo para pasar horas viendo películas o leyendo libros. Asimismo, es ideal para las siestas de domingo.