Los edificios con varios siglos de antigüedad tienen algo que cautivan. Es digno de ver como con el paso de los años, siguen en pie, mostrando su diseño original. Pero este paso del tiempo termina por afectar y en ocasiones es necesario realizar alguna reforma para que puedan seguir en pie, adaptándolos a los años actuales. Esto mismo es lo que han hecho desde el estudio Natalia Zubizarreta, la reforma de una vivienda del siglo XVIII en el casco antiguo de Ochandiano. Esta vivienda fue bombardeada durante la Guerra Civil, su reconstrucción data de finales de 1700. Para su reforma, ha sido necesario vaciar el edificio y sanear la estructura, pero manteniendo el esqueleto y la fachada originales.
Vivienda de varias alturas
Se trata de una vivienda compuesta de tres plantas más la bajocubierta. En la planta baja nos encontramos las zonas comunes de garaje, txoko y lavadero. La primera planta está dedicada a los dueños de la vivienda, mientras que la segunda aporta independencia a su hija. Aprovechando la reforma, han aprovechado la bajocubierta para instalar un suelo de cristal transitable, con lo que se consigue que la luz natural llegue a más rincones de la casa.
Conviven diferentes materiales naturales y elementos actuales con piezas recuperadas. “Para crear homogeneidad y paz, hemos fundido toda la vivienda en un tono beige claro e instalado tarima de roble natural. En el txoko y cocinas, el suelo es de baldosa porcelánica efecto piedra natural golpeada para facilitar su mantenimiento”.
Destaca la magnífica recuperación de piezas de la época napoleónica, el uso de textiles a medida como cojines y pantallas elaboradas con linos franceses antiguos, muebles con origen en un antiguo palacete de Florencia… Piezas de incalculable valor que mantienen el alma de la vivienda con una distribución limpia y cuidada para obtener un ambiente sencillo y actual.
Desde el estudio aseguran que “hemos puesto especial mimo en el proyecto de luz” y esto queda de manifiesto en el patio interior que dispone de ventanales con venecianas de madera natural, que permiten fluir a la luz natural. Los baños también son un ejemplo de ello ya que combina los ventanales con puntos de luz para lograr un proyecto global. Es ahí donde se han instalado dos lavabos de porcelana de Bathco: los modelos Volta
Se trata de una casa con un alma especial en la que el estudio Natalia Zubizarreta Interiorismo ha puesto todo el mimo posible para actualizar desde la estructura, hasta el último detalle de decoración, respetando la permanencia y el valor de lo antiguo.