Hay personas a las que no les gusta cambiar ciertas costumbre y prefieren lo malo conocido que lo bueno por conocer. Es lo que les pasó a los dueños de esta vivienda. Esta casa se mantuvo intacta desde 1940, ignorando los avances tecnológicos. Entrar en ella era como entrar en un mundo extraño.
El mundo se mueve a una gran velocidad, y lo que hoy puede ser algo totalmente novedoso, mañana o pasados unos días puede ser que esté desfasado. Este continuo avance hace que cada cierto tiempo tengamos que cambiar hábitos y rutinas en nuestras vidas, pero ¿nunca os ha pasado que haya algo que os guste demasiado que os neguéis a desprenderos de ello? Esto es lo que les pasó a los dueños de esta bonita vivienda, Jack y Audrey Newton, unos hermanos que durante más de 70 años tuvieron su casa intacta, tal y como la tenían en 1940, rechazando los avances tecnológicos que iban surgiendo.
Su estilo de vida era toda una incógnita para sus vecinos, hasta que en tras su fallecimiento, la casa fue puesta a subasta y al entrar en ella se encontraron un mundo mágico en el que parecía que el tiempo se había quedado estancado en los años 40, una casa que fue ocupada por Jack y Audrey durante 70 años.
El interior de la casa se mantuvo sin cambios desde su infancia.
Incluso los utensilios de cocina tradicionales se mantuvieron intactos durante todo este tiempo.
En su interior se encontraron joyas que fueron expuestas y que serán subastadas próximamente, unas joyas que pertenecían a sus años de juventud.
Audrey también tenía una gran colección de pulseras y collares de un gran valor.
Para divertirse, los hermanos pasaban el rato jugando a las cartas, los dardos o el ajedrez.
Audrey murió en 2011 y Jack el pasado mes de marzo. No tienen familia cercana por lo que toda la casa será subastada, con todos los tesoros que esconden.
La casa tiene en total 9 dormitorios, todos con muebles de la época.
Muchos de los objetos tienen más de 50 años, y todos en un buen estado de conservación.
Audrey prefería hacerse su propia ropa en vez de comprarla. La cantidad de vestidos que tuvo que hacer con esta vieja máquina de coser.
En esta fotografía se ve a Jack a la izquierda y a Audrey a la derecha, ambos pasaron toda su vida trabajando en su granja.
Los hermanos llevaron una vida muy privada, sin motivos para abandonar la granja.
No tenían nevera, y para mantener frescos los alimentos utilizaban los métodos tradicionales de aquella época.
Los dos hermanos eran amantes de la música, y no es de extrañar que la casa esté llena de instrumentos, discos y partituras.
Además, en la casa nos podemos encontrar una gran colección de porcelana.
Antiguos prismáticos, quizás para observar al zorro que hemos visto anteriormente.
Puerta de entrada a la vivienda, siguiendo el estilo de los años 40.
A esta casa no le podría faltar un gran patio trasero.
A continuación podéis ver un vídeo donde se muestra la casa de la que hemos venido hablando.
Vía: wimp