Cada día que pasa, son más las empresas que se dan cuenta de la importancia de contar con espacios de trabajo funcionales donde los empleados se sientan cómodos a la hora de desarrollar sus tareas. Para conseguir este objetivo, el diseño y la funcionalidad no están reñidas, sino que se complementa para crear espacios únicos y confortables. Independientemente del tamaño que tengan estos espacios, el objetivo final es conseguir un aprovechamiento óptimo del mismo para crear oficinas modernas y funcionales.
Beneficios de un espacio de trabajo funcional
Que una compañía cuenta con un espacio de trabajo funcional, le permite disfrutar de varios beneficios, tanto para la empresa como para los trabajadores. Veamos algunos de los más importantes.
Beneficios para los trabajadores
Se ha comprobado que los espacios de trabajo funcionales afectan positivamente a su salud física y mental. Esto es debido a que estos espacios ofrecen un lugar más confortable, apostando por mobiliario de oficinas ergonómicos que permiten adoptar una mejor posición del cuerpo, lo que evitan malas posturas que se traducen en lesiones.
Debido a la distribución y el uso de materiales a la hora de crear estos espacios de trabajo, los empleados consiguen una mejor felicidad laboral al poder relacionarse de forma más activa con sus compañeros. Al final esto se traduce en una mayor motivación para llevar a cabo cualquier proyecto que les sea asignado, sacándolo adelante de una forma más óptima.
Beneficios para la compañía
Además de los trabajadores, la empresa es la otra gran beneficiada de contar con un espacio de trabajo funcional. Una de estas ventajas es el poder aprovechar mejor los metros disponibles, apostando por el uso de zonas compartidas y el mobiliario que mejor se adapte para cada puesto.
Otra de las ventajas, como ya hemos comentado, es contar con empleados más motivados y resolutivos antes cualquier problema planteado. Todo esto al final repercute en las cuentas de la empresa.
También hay que destacar que contar con un espacio de trabajo más cómodo, retener el talento resulta más fácil ya que ellos se sentirán más confortables, una situación que cada vez es más reclamada por los trabajadores.
Claves para diseñar un espacio de trabajo funcional
Ya hemos comentado de los beneficios que ofrecen los espacios funcionales, ahora bien, ¿qué claves habría que tener en cuenta a la hora de diseñar uno de estos espacios?
El espacio, clave para el diseño de las oficinas
Optimizar el espacio del que se dispone es una de las cosas más importantes a la hora de diseñar un espacio de trabajo funcional. Aquí es importante ofrecer comodidad a la hora de moverse por la oficina. Para ello, habría que eliminar cualquier elemento que actuara como obstáculo, apostando por mobiliario que ayudase a conseguir esta optimización. Además, este mobiliario debe aportar comodidad y buena imagen ante posibles visitas.
Espacio adecuado para todo tipo de trabajo
Cuando se vaya a diseñar el espacio de trabajo, también es importante tener en cuenta el tipo de tareas que se realizarán ya que no es lo mismo el espacio que necesita la persona que se encarga de las cuentas que otro empleado al que se le asigne tareas de diseños de planos en el que pueda necesitar una mesa de escritorio más grande.
Acertar con el mobiliario adecuado
A la hora de conseguir una oficina funcional, el mobiliario es clave fundamental. Aquí, aunque siempre se pone el foco al escritorio, hay otros muchos elementos a considerar. Por ejemplo, la silla, que debería tratarse de un modelo ergonómico capaz de adaptarse a las necesidades de cada persona. También habría que tener en cuenta el espacio de almacenamiento para tener todo en orden. En este sentido, lo más recomendable es ponerse en manos de expertos en muebles de oficinas para que nos orienten y ofrezcan la mejor solución.
Teniendo en cuenta todos estos detalles, poder disfrutar de un espacio de trabajo funcional será mucho más sencillo, además de empezar a beneficiarte de sus ventajas.