La tendencia de los jardines verticales continua su avance imparable. Hace ya unos años que comenzó su crecimiento y expansión y la pandemia del coronavirus no ha hecho más que acrecentar las ganas de tener contacto con la naturaleza. Adaptar el contexto urbano y privado con estos jardines es la mejor forma de mejorar el aspecto estético de las paredes, además de traer muchos otros beneficios
El paisaje en las ciudades está cambiando. En los últimos años, se ha podido ver un auténtico boom en la instalación de jardines verticales. Gracias a este sistema, que apenas necesitan mantenimiento o riego, las paredes se han utilizado como soporte para llenarlas de naturaleza. Plantas que invaden los espacios interiores y exteriores de forma perpendicular, reverdeciendo aquellas zonas donde se instala por muy complicadas que parezcan, aportando perfumes, ambientes frescos y salud.
Se trata de una tendencia cada vez más demandada por particulares y empresas, ya que ofrece un aporte estético impactante y muy novedoso. Además, conlleva importantes beneficios para la salud de las personas que transitan por estos ambientes, tanto a nivel físico como psicológico. Especialmente tras la llegada de la pandemia, los jardines verticales en las ciudades han cogido fuerza en todo el mundo, logrando que cada vez más ciudadanos se beneficien de sus efectos positivos, ya que su aspecto natural y estético, de naturaleza salvaje, proporciona ambientes confortables, relajantes y diferentes a cualquier espacio.
Beneficios de los jardines verticales
La naturaleza es en sí misma fuente de vida. Por demasiado tiempo, las ciudades han ido ganándole terreno y los paisajes grises han invadido grandes áreas, convirtiéndose en zonas cosmopolitas de apariencia triste.
Un jardín vertical instalado en cualquier pared de exterior o interior ofrece numerosos beneficios a nivel ecológico, económico y social. Se trata de una decoración muy visual que no necesita de apenas mantenimiento o riego y tiene la capacidad de adaptarse a cualquier superficie. Estas instalaciones vuelven a darle color y vida a las ciudades.
Una fachada vegetal purifica el aire, regula la temperatura ambiente y promueve la biodiversidad en los entornos urbanos. Los muros verdes son parte de las construcciones bioclimáticas logrando que los ciudadanos sean más felices, gozando de una mayor paz mental en estos nuevos espacios verdes y naturales, lo que implica que se aumenta de forma general en la calidad de vida.
Purifica el aire
Este es el primer beneficio destacable. Por todos es sabido que las plantas aumentan la calidad del aire que se respira. Los jardines verticales en las ciudades filtran las partículas contaminantes del aire, transformando grandes cantidades de COâ en oxígeno.
Regula la temperatura ambiente
EL cambio climático está haciendo grandes estragos en el planeta Tierra. La contaminación y la reducción de los espacios naturales son los principales responsables del aumento de la temperatura a nivel global.
Para entender la importancia que cumplen las plantas en la reducción de la temperatura, hay que saber que absorben el 50 % de la luz solar y reflejan tan solo el 30 %, creando un clima más fresco y agradable.
En una ciudad que cuente con una buena cantidad de vegetación por medio de fachadas verdes, la temperatura ambiente se verá reducida en 3 grados aproximadamente. En espacios interiores, los jardines verticales suponen un 33 % menos de aire acondicionado, lo que se traduce en un notable ahorro energético y económico.
Incrementa la biodiversidad
Como se ha comentado con anterioridad, las plantas son fuente de vida y ofrecen el hábitat adecuado para numerosos tipos de aves e insectos. Esto es especialmente importante en los entornos de las ciudades, en los que predomina el asfalto y el hormigón, dejando sin hogar a las especies animales. En este sentido, los jardines verticales de las fachadas de los edificios aumentan la biodiversidad.
Reduce el ruido
Una fachada vegetal es la mejor barrera de sonido natural de un edificio, absorbiendo hasta un 41 % más de ruido que una fachada tradicional. Esto se traduce en espacios más tranquilos en el interior y en el exterior de las edificaciones, reduciendo el ruido ambiental de una ciudad casi a la mitad.
Ambiente de trabajo más saludable e incremento de la producción
Los espacios verdes promueven ambientes de trabajo más saludables, disminuyendo diferentes tipos de malestar, como los dolores de cabeza, de garganta, la irritación, el cansancio y la fatiga. En este sentido, en las oficinas donde hay mucha vegetación, disminuyen las bajas por enfermedad, aumentando directamente la producción que ofrece cada empleado.
Las plantas tienen un efecto positivo sobre las personas, lo que se manifiesta en la satisfacción de los empleados con su trabajo, su nivel de compromiso con la empresa y hace que la productividad aumente hasta en un 15 %.
Barrera frente al fuego y los agentes externos
Las plantas tienen una gran cantidad de humedad, al crear un muro vegetal se protege a los edificios frente al fuego. Además, una pared vegetal brinda protección contra los agentes externos, como el sol, la lluvia, el viento o las temperaturas extremas, alargando la vida útil de la fachada.
Estos y otros muchos beneficios se asocian a los jardines verticales. Conoce Bestgarden, la empresa pionera en el sector del césped artificial y jardines verticales que sigue innovando posicionándose siempre a la vanguardia en estos temas.