El primer proyecto Be Casa ha sido un edificio de alojamientos flexibles y temporales con 847 apartamentos y estudios, además de contar con grandes zonas comunes situado en la localidad madrileña de Rivas. Este tipo de proyectos vienen triunfando desde hace años en Estados Unidos y ciudades como Londres o Amsterdam.
“Un paisaje interior que dé continuidad a la ciudad, acercándonos paulatinamente a la domesticidad que ofrece; un ágora interior que apoye sutilmente la interacción entre los usuarios como lugar de encuentro, de pertenencia; un oasis en que la narrativa, las imágenes, las texturas, la luz y la vegetación doten a los espacios de calma y de una manera de vivir dinámica, pero sosegada, dentro del valor a los cuidados propios y ajenos”. Así explica la filosofía y aspiraciones de Be Casa Gema Alfaro, socia y co-directora de Alfaro-Manrique Atelier, desde dónde se han encargado de la arquitectura interior y gráfica de las zonas comunes de este edificio.
El objetivo principal del proyecto ha sido crear un diseño sostenible que fomente el bienestar, respetando la relación entre los espacios interiores y exteriores, y creando un oasis personal que también promueva la vida en comunidad, un valor muy importante en nuestra cultura. El proyecto ha recreado espacios y áreas comunes a través de un enfoque de diseño contemporáneo, con una gran atención a los acabados y texturas.
Para lograr esto, el estudio de arquitectura ha elegido a Gerflor Iberia como su principal proveedor de soluciones de pavimentos flexibles y revestimientos murales. Gerflor Iberia es líder mundial en este ámbito y ha proporcionado muchos de los acabados y suelos utilizados en el proyecto Be Casa.
“Para Gerflor”, resalta José Manuel Suárez, director general de Gerflor Iberia, “es un honor trabajar en proyectos de esta envergadura, pioneros en su concepto, y con la confianza que han depositado en nosotros dos arquitectos y diseñadores de la talla de Gema Alfaro y Emili Manrique. La revolución que atraviesa el sector de la edificación y la arquitectura, cada vez más exigente en cuanto a estándares de calidad y sostenibilidad, es el motor que nos propulsa cada día para seguir desarrollando y evolucionando nuevas soluciones de revestimientos flexibles que satisfagan todos estos altos estándares. Estamos muy satisfechos de que nuestro producto haya sido el elegido para acompañar un diseño como Be Casa”.
El pavimento como hilo conductor
A través de los revestimientos y los pavimentos se ha vinculado el interior con el exterior, se ha homogeneizado y unificado espacios diluyendo las fronteras entre sí y se ha dotado a todas estas zonas de un aspecto cálido, acogedor, natural y hasta emocional. “Gerflor, con quien ya habíamos trabajado antes”, continúa la arquitecta, “ofrece diferentes tipos de prestaciones que para nosotros son imprescindibles. Por un lado, sus características técnicas, de comportamiento y durabilidad. En proyectos como éste, o en cualquier otro hotelero, resulta esencial que los revestimientos funcionen bien, sobre todo, a nivel de acústica. Y, por otro, su gran variedad de acabados y colores que nos ayudan a alcanzar la estética que buscamos. En este caso, en muchos de los espacios, nos ha ofrecido un aspecto de micro cemento, pero sin los inconvenientes de éste. Los revestimientos de Gerflor son fáciles de instalar, de mantener, y su relación calidad-coste es muy buena”.
En concreto en este proyecto se han instalado 25.000m2 del pavimento Creation 55 Solid Clic de Gerflor. Se trata de un suelo multicapa de fácil instalación que añade más valor, tanto a nivel estructural como técnico: ofrece una mayor estabilidad, más robustez, una mejor respuesta frente a los cambios de temperatura, más resistencia frente a arañazos y una respuesta más eficaz si se instala sobre superficies con ciertas problemáticas de base. La loseta de Creation se compone de capas prensadas a alta presión. Por ello, el suelo ofrece una excelente estabilidad dimensional. Además, y de forma resumida, estas son las ventajas y características de los pavimentos Creation que, entre otros aspectos, también ofrecen mejoras a nivel medioambiental:
- Permiten una instalación un 30% más rápida.
- Dan la posibilidad de sustituir una sola lama o loseta, sin necesidad de cambiar todo el pavimento en caso de ser necesario.
- Poseen propiedades bacteriostáticas y fungistáticas para una protección garantizada y mejor calidad de vida de los usuarios.
- Cuentan con un sello sostenible: 100% reciclable y con un 55% de contenido reciclado.
- Su instalación en “clic” evita el uso de adhesivos.
- Son impermeables y garantizan una limpieza y mantenimiento fácil.
- Ofrecen una calidad del aire sin igual, emisión extremadamente baja de COV (Compuestos Orgánicos Volátiles), 40 veces inferior a los límites fijados por las normas Europeas.
- Ayudan a tener un mejor aislamiento acústico para garantizar la tranquilidad en cada estancia.
Distribución de las zonas comunes
Be Casa cuenta con seis zonas troncales que configuran el espacio: vestíbulo, salón social, zona de coworking, gimnasio exterior como zona de calistenia y el interior con sala de yoga; así como un magnífico rooftop. Áreas que se complementan con otras zonas comunes de menor escala, pero que también participan de la identidad del lugar y de la vocación de lugares de encuentro, como las lavanderías y zonas de spa para mascotas, además de las terrazas abiertas a la piscina, el jardín interior y los corredores y pasillos interiores.
El vestíbulo luce nada más acceder al edificio. Es de mayor escala y está dotado de una calidez que le aporta un manto de lamas de madera sobre fondo cerámico en verde. Cuenta con una recepción fabricada en madera y granito que reinterpreta formalmente la fachada del edificio.
Tras éste, aparece el salón social, un magnífico espacio abierto alrededor de un elemento escultórico a modo de chimenea. Los sofás y elementos de descanso se esparcen a su alrededor generando innumerables rincones para estar, tratados de diferentes maneras.
Varios corredores comunican estos ámbitos con el resto del edificio, pasillos a modo de calles interiores que continúan esa urbanidad por el interior del edificio. El coworking, situado en otra zona del edificio diferente al del acceso, es un vergel, un bosque de madera y cerámica verde, pautando diferentes espacios, generando intimidades, con iluminación particularizada para cada uso. Cuenta con mesas comunales para trabajar, hasta con urnas tapizadas para aislarse, además de una zona de biblioteca y una mesa alta abierta al exterior.
Por su parte, el inmenso rooftop se dispone sobre casi el total del conjunto del edificio. Un magnífico espacio lineal en que el diseño ha reinterpretado las praderas verdes que rodean Madrid. Por último, el gimnasio exterior; zona dónde practicar la calistenia, pero no solo eso. También un espacio de reunión exterior, un lugar de encuentro que dota de identidad al gran jardín interior.
Destacar asimismo el mobiliario, que ha sido diseñado casi en su totalidad por Alfaro-Manrique Atelier, incluyendo las piezas escultóricas, como la gran chimenea, el mueble de recepción o las cabinas del coworking.
“El mayor reto del proyecto”, subraya Alfaro, “ha sido la escala del mismo, el hecho de que se trata de una marca nueva, que acaba de arrancar en Madrid, pero que se irá expandiendo por toda España. Conseguir ese aspecto hogareño y confortable, aún tratándose de un producto hospitality con todos los requerimientos que éste debía cumplir, ha sido un desafío en todos los sentidos”. Y contar aquí “con un servicio de calidad como el que ofrece Gerflor, es de gran ayuda. Dan una atención fantástica y solucionan todo tipo de dudas técnicas. Eso tiene mucho valor cuando estás trabajando en proyectos de esta envergadura”, remata la arquitecta.