Esta moderna casa familiar no siempre ha tenido este aspecto ya que al principio fue levantada como un edificio destinado a la limpieza en seco de prendas, aunque el cierre del negocio y la intervención del arquitecto Carles Enrich, hicieron que se convirtiera en lo que hoy es.
Ese singular proyecto está localizado en el barrio de Gracia en la ciudad de Barcelona y su historia no ha pasado desapercibida para nadie, sobre todos para aquellos que han vivido en esa zona durante años, que han visto con sus propios ojos la transformación que se llevaba sobre esa vieja lavandería.
La casa tiene una superficie de 145 metros cuadrados y fue construida en el año 2013. A simple vista puede parecer que se trate de una vivienda de construcción nueva, pero es mucho más vieja de lo que puede parecer.
El arquitecto que llevó a cabo la remodelación del local, pensó en un plan que permitiría a los habitantes vivir de forma organizada en torno a un patio, por lo que esta pieza se convirtió en el centro de toda la vivienda. El resto de espacios de la vivienda tienen contacto visual con este patio.
Durante todo el proceso de rehabilitación, los materiales originales fueron recuperados y reutilizados para que no perdiera toda la historia que había ido acumulando con el paso de los años. Además de la distribución de la casa, el arquitecto también convirtió un viejo trastero en un impresionante estudio.
Vía: homedit