Para cualquier tipo de negocio, la identidad corporativa es uno de los aspectos más importantes que deben determinar. Las dos principales herramientas que se utilizan para crear la identidad corporativa son el logotipo y el packaging. Mediante el logotipo, se consigue que los usuarios reconozcan nuestra marca y productos de los de la competencia. Gracias a esta imagen, la mente del comprador es capaz de asociar colores e imágenes a la marca o productos. Pero en los últimos tiempos, el packaging ha ido ganando en importancia, convirtiéndose en una herramienta básica del marketing que debería transmitir todos los valores de la compañía. De ahí que no sea raro que las empresas apuesten por cajas de cartón con un diseño que siga la imagen de la compañía para que ese embalaje sea asociado a la marca.
Ante esta importancia, no es de extrañar que las empresas trabajen para crear un buen diseño de packaging, utilizando materiales novedosos y cada vez más llamativos, aunque sin olvidarse de elementos básicos y que funcionan muy bien como puede ser el uso de bolsas de papel personalizadas. Estos elementos suelen dar valor añadido al producto.
¿Qué funciones debe tener un buen diseño de packaging?
Veamos a continuación cuales son las principales funciones que debería cumplir cualquier diseño de packaging.
Adaptado al contenido
El principal motivo de cualquier envase es proteger al producto mediante es transportado por el usuario. El packaging debería ofrecer toda la seguridad necesaria para que el producto llegue a su destino sin sufrir daño alguno y siempre en buen estado. Hay que recordar, que en muchos casos se tratarán de productos perecederos que serán consumidos por algún consumidor.
Información sobre lo que contiene
Además de proteger el producto, el packaging debe ser capaz de informar al usuario sobre el mismo con solo mirarlo. Un buen envase es capaz de decir mucho sobre el producto que lleva en su interior. Un paquete que no diga nada a los ojos del consumidor, pasará desapercibido y difícilmente llamará nuestra atención. Recordar que vivimos en una sociedad donde nos movemos muy rápido y donde la primera impresión es la que cuenta.
Diferencia sobre la competencia
Por supuesto, no hay que olvidarse que el diseño tiene que ser capaz de diferenciarse sobre la competencia, consiguiendo que sea más cercana para el usuario. Colocar bien nuestro logotipo, elegir el esquema de colores adecuado o determinar la forma que tendrá el packaging, son características importantes que no podemos dejar pasar por alto en su diseño.
Atraer la atención del consumidor
Una buena idea no es suficiente para realizar un buen diseño de packaging. En muchos casos, es necesario realizar un estudio previo sobre los colores, usos o elementos geométricos para conseguir un diseño lo más atractivo posible, eso sí, siempre respetando la imagen de la marca.
Mejorar las ventas
Como no podía ser de otra forma, un buen diseño de packaging, además de cumplir con todas las características ya comentadas, debería ser capaz de vender por sí mismo el producto que contiene en su interior.
Por todo lo comentado, el packaging nos puede ayudar a alcanzar el éxito en nuestro negocio. De ahí la importancia en buscar nuevos e innovadores elementos que nos ayuden a destacar sobre la competencia.