En el actual panorama de crisis habitacional en España, el modelo «Build to Rent» (BTR) emerge como una solución prometedora para satisfacer la creciente demanda de alquiler, especialmente en ciudades principales como Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga. Este concepto se centra en la construcción de complejos residenciales diseñados exclusivamente para el alquiler, abordando tanto las necesidades de los inquilinos como los intereses financieros de los propietarios.
La adopción del BTR se debe a cambios significativos en el ámbito social y económico que han dificultado el acceso a la vivienda en propiedad. El aumento de los precios y las restricciones en la financiación hipotecaria han hecho del alquiler una opción más accesible para muchas personas. Rafael Santana, Director de la Oficina de Madrid de K&N Elite, señala que este modelo está atrayendo interés no solo a nivel nacional, sino también internacional, con Madrid posicionándose para competir con otras metrópolis europeas en términos de calidad y atractivo de sus proyectos BTR.
El crecimiento del BTR es evidente en las cifras. Un estudio de Atlas Real Estate Analytics indica que en 2023 se planearon más de 98,000 viviendas bajo este modelo, un aumento del 14,5% respecto al año anterior. Sin embargo, la entrega de viviendas ha sido modesta, con solo 3,000 unidades completadas en 2022, lo que resalta los desafíos en la ejecución de estos desarrollos. Aunque Madrid y Barcelona son los principales focos de este crecimiento, ciudades como Málaga y Valencia también muestran señales prometedoras.
Los beneficios del BTR son claros. Los inquilinos acceden a viviendas modernas con servicios adicionales como gimnasios y áreas recreativas, mientras que los inversores obtienen ingresos estables y pueden mantener activos que se valorizan a largo plazo, diferenciándose del mercado tradicional de compra-venta.
La inversión extranjera en el sector inmobiliario español gana relevancia gracias a tasas de retorno atractivas, aunque factores como los controles de precios y la regulación fiscal podrían disuadir a los inversores, afectando la seguridad jurídica del mercado.
A pesar de estos retos, como el aumento de los costos de construcción y la escasez de suelo en zonas clave, se prevé que el modelo BTR jugará un papel crucial en mitigar la crisis de vivienda en España. Se anticipa un incremento en la colaboración público-privada y una expansión hacia ciudades secundarias para diversificar la oferta de vivienda.
Rafael Santana concluye que el BTR no solo responde a las necesidades actuales del mercado de alquiler, sino que representa un cambio estructural en el sector inmobiliario español. La cooperación entre los sectores públicos y privados será esencial para asegurar el éxito y la sostenibilidad de este modelo, proporcionando soluciones habitacionales que satisfagan las exigencias de las generaciones presentes y futuras.