La rehabilitación de edificios históricos se ha consolidado como una de las líneas más interesantes dentro del interiorismo de alta gama. En un momento en el que lo clásico y lo contemporáneo conviven como nunca, el trabajo de interioristas como Silvia Trigueros está señalando el camino hacia una nueva etapa: la de inmuebles con valor patrimonial convertidos en espacios actuales y sofisticados, pero fieles a su identidad original.
Con más de 30 años de trayectoria, Trigueros construye sus proyectos a partir de la recuperación del carácter propio de cada edificio, para después enlazarlo con un diseño contemporáneo que responda a las necesidades de la vida actual. Para ella, la rehabilitación de edificios históricos va mucho más allá de restaurar elementos: se trata de volver a darles vida desde una mirada innovadora.
“Me parece apasionante trabajar en edificios históricos, especialmente en Madrid, donde el patrimonio arquitectónico es tan amplio”, comenta Silvia. “La idea es rescatar el carácter original de la vivienda, teniendo siempre presente cómo han cambiado las formas de habitar. Ese diálogo entre una arquitectura tradicional y una decoración contemporánea da lugar a espacios irrepetibles, cargados de historia pero plenamente vigentes”.
Entre sus trabajos más representativos destaca su intervención en la Colonia Martí, una colonia protegida construida en 1924. “Este tipo de proyectos resume muy bien lo que busco: dar una segunda vida a los edificios antiguos. Adaptamos la distribución a las necesidades y dimensiones de hoy, pero respetando aquello que hace especial al inmueble: los techos altos, los suelos de madera, las molduras en paredes y techos o las puertas originales”, explica la interiorista.
El proceso, subraya Trigueros, no se queda en la capa estética. “Un aspecto fundamental en mis proyectos es incorporar las últimas tecnologías y sistemas de iluminación, de forma que la vivienda no solo resulte atractiva, sino cómoda y funcional”, señala. A esto se suma una cuidada selección de mobiliario contemporáneo, que aporta frescura y genera un contraste intencionado con la base clásica del edificio. “Ese juego visual es lo que convierte cada proyecto en algo único. El remate lo ponen las obras de arte contemporáneo, que terminan de definir el carácter y la personalidad de cada estancia”.
Con este enfoque, que pone en valor tanto el legado arquitectónico como las exigencias del presente, Silvia Trigueros propone una nueva forma de entender el lujo en la rehabilitación: una fusión equilibrada entre lo clásico y las tendencias actuales, apoyada en la tecnología y el diseño más avanzado. Estas intervenciones no solo contribuyen a conservar y actualizar el patrimonio, sino que también mejoran de forma notable la calidad de vida de quienes residen en estos espacios, convirtiendo las viviendas en hogares que miran al futuro sin renunciar a su historia.
