El estudio dAAr Arquitectura ha llevado a cabo la rehabilitación integral del Radisson Collection Gran Vía Bilbao, un hotel cinco estrellas que se convierte en un referente en la transformación urbana y hotelera de la capital vizcaína. Con este proyecto, Bilbao reafirma su posición como uno de los destinos europeos más destacados para los amantes del turismo y la arquitectura contemporánea. La intervención arquitectónica representa un equilibrio ejemplar entre la conservación del patrimonio, la innovación y el diseño de vanguardia
Una rehabilitación integral en un edificio protegido
El proyecto, impulsado por Millenium Hospitality Real Estate y Radisson, ha requerido una intervención arquitectónica de gran complejidad, llevada a cabo por el equipo de dAAr Arquitectura, quienes lograron fusionar de manera armónica la arquitectura y el diseño interior. El resultado es un hotel de 137 habitaciones, entre ellas suites con terrazas privadas y jacuzzis, además de dos salones para eventos, un spa, gimnasio, restaurante de alta cocina vasco-japonesa y un impactante bar en la azotea con vistas privilegiadas sobre la ciudad.
Situado en plena Gran Vía, el establecimiento se aloja en un edificio neoclásico diseñado en 1945 por Manuel Galíndez, originalmente destinado a ser la sede central del Banco Hispano Americano. El reto asumido por dAAr Arquitectura consistió en transformar este inmueble protegido, de alto valor patrimonial y simbólico, en un hotel cinco estrellas capaz de integrarse con su entorno urbano y responder a las demandas del viajero actual. La rehabilitación implicó un proceso meticuloso que incluyó la redistribución funcional del inmueble, separando las áreas históricas vinculadas al Banco Santander de las nuevas zonas hoteleras, así como la restauración completa de la fachada y la reorganización de los interiores bajo criterios de sostenibilidad y eficiencia energética.
Las obras se iniciaron con una demolición selectiva de instalaciones, acabados y patios interiores, lo que permitió liberar espacio y redefinir los usos del edificio. Un detallado análisis estructural reveló la necesidad de reforzar vigas y forjados, garantizando la seguridad y adaptabilidad de la construcción en su nuevo propósito. La cubierta fue transformada para albergar un restaurante-bar con acceso a una terraza panorámica, mientras que se creó un nuevo núcleo de comunicación vertical, incorporando un ascensor y una escalera de emergencias totalmente accesibles y seguras. La fachada se rehabilitó cuidadosamente y todas las carpinterías fueron sustituidas por modelos de alta eficiencia energética, lo que asegura el confort de las personas alojadas, mejora el aislamiento térmico y acústico y preserva al mismo tiempo el valor estético original del inmueble.
Sostenibilidad certificada: LEED Platinum e innovación

Uno de los grandes logros del proyecto ha sido la obtención de la certificación LEED Platinum, el máximo reconocimiento internacional en construcción sostenible, así como el distintivo LEED Innovation por la creación de un entorno que fomenta la movilidad peatonal y ciclista en el corazón de Bilbao.
Este reconocimiento ha sido posible gracias a la apuesta de dAAr Arquitectura por sistemas constructivos ligeros, empleando estructuras de madera contralaminada (CLT) y policarbonato, junto a la implementación de aislamientos acústicos y térmicos avanzados y carpinterías de última generación. Además, la restauración y reutilización de materiales originales en la medida de lo posible, así como la optimización de la eficiencia energética de todas las instalaciones, han permitido reducir significativamente el consumo y la huella de carbono del edificio. Todo ello convierte al hotel en un destacado ejemplo de sostenibilidad urbana y compromiso medioambiental en el sector hotelero.
Art Decó renovado con esencia japonesa y alma bilbaína

La propuesta de dAAr Arquitectura para el Radisson Collection Gran Vía Bilbao parte de una reinterpretación contemporánea del Art Decó, integrando toques japoneses y guiños a la identidad bilbaína en un lenguaje arquitectónico singular. El dorado y la luz inspiran cada rincón del interior, dialogando con el característico azul Bilbao y la madera, elementos que actúan como hilo conductor a lo largo de todo el proyecto y evocan tanto la ría como la tradición y el paisaje local. Materiales nobles como el mármol, el nogal y el latón, junto a una cuidada selección de textiles, se combinan con elementos manufacturados de última generación, logrando una atmósfera sofisticada y actual.
El diseño interior es, sin duda, uno de los puntos fuertes del hotel. El acceso principal se concibe como una marquesina de latón retroiluminada, un guiño a la elegancia clásica que invita a descubrir un lobby donde el denominado “minimalismo recargado” combina sobriedad y confort. Destacan aquí la presencia de una gran chimenea y una biblioteca entre celosías de madera, que aportan calidez y refuerzan la sensación de hogar.
El corazón distributivo del hotel es un gran atrio interior, cuidadosamente recuperado para aportar luz natural y potenciar la circulación fluida entre las diferentes áreas. Las 137 habitaciones, incluyendo dos exclusivas suites con terrazas privadas y jacuzzi, están pensadas para ofrecer una experiencia de serenidad y descanso. En ellas predominan los tonos azules y grises, la madera de nogal y los detalles dorados, con mobiliario a medida y una selección de textiles y luminarias capaces de crear distintos ambientes según las necesidades de cada huésped. La atención al detalle se extiende a la iluminación de pasillos y zonas comunes, donde un juego teatral de luces y sombras acompaña el recorrido, generando atmósferas íntimas y sorprendentes.

La oferta gastronómica se materializa en un restaurante de cocina vasco-japonesa de autor, inspirado en los antiguos ultramarinos y complementado con una vinoteca y charcutería de aires renovados. Grandes vitrinas de madera exhiben vinos y productos gourmet de todo el mundo, mientras que la disposición del espacio facilita una continuidad visual con la terraza exterior de 300 m², equipada con pavimentos geométricos, vegetación y tapicerías de colores frescos. Este espacio al aire libre, con vistas únicas sobre la ciudad, se convierte en el lugar perfecto para celebraciones y eventos, ampliando la oferta de ocio y gastronomía del hotel.
En la primera planta del sótano se encuentran los salones multiusos, concebidos como una prolongación del lobby, con envolventes de madera y composiciones geométricas en los techos que permiten adaptar la iluminación a distintos usos. El segundo sótano alberga la zona wellness, con spa, zona de masajes y gimnasio, todo ello envuelto en una atmósfera de relax y sobriedad, donde los materiales naturales y las luces tenues invitan al descanso y la desconexión.