En muchas ocasiones, las construcciones esconden interesantes historias que las hacen aún más sorprendentes. Es el caso de esta moderna casa de campo pero que en realidad data del año 1912 aunque poco queda de su estructura original, bueno sí, el emplazamiento. Una zona boscosa con unas vistas maravillosas. La cabaña fue creada en sus orígenes por el abuelo del arquitecto Jim Olson, que trabaja para el estudio de arquitectura Olson Kunding, que la crearon como un lugar donde poder acudir con sus familiares a disfrutar de la naturaleza.
Casa de campo reformada con el paso de los años
Como hemos dicho, los abuelos de Jim Olson construyeron esta cabaña en Longbranch, Washington. Fueron muchos los años que este arquitecto disfrutó de esta casa de campo, por lo que le cogió un cariño muy especial.
A la edad de 18 años, Jim empezó la carrera de arquitectura. Finalizado el primer curso, su padre le dio 500 dólares para que se construyera su propio «bunkhouse», que se trata de un tipo de casa que se asienta sobre los árboles. Debido a la pasión que le tenía por la casa de sus abuelos, decidió invertir ese dinero en reformar esa que ya existía. Desde ese momento, esta casa de campo ha sido reformada en varias ocasiones hasta conseguir su aspecto actual: una bonita casa de verano.
Zonas individuales unidas por una plataforma
En un principio, esta casa estaba formada por varios pabellones individuales que se conectaban mediante plataformas de madera. En el año 2003, se instaló un techo unificado con la intención de cubrir todos esos edificios y hacer esta casa de campo más acogedora.
Años posteriores, Jim le fue ganando espacio a la naturaleza para crear una casa más amplia y más lujosa. Esta casa poco o nada tiene que ver con la original de sus abuelos. Actualmente tiene una superficie de 222 metros cuadros.
Materiales naturales para su fabricación
Dentro de la cabina, nos encontramos con el uso de materiales naturales como la madera contrachapada o placas recicladas con las que se han forrado las paredes. El mobiliario y la decoración tienen una paleta de colores simples, con un montón de tonos neutros y sencillas texturas.
Para conectar el interior de la vivienda con el exterior, se han utilizado grandes ventanales y puertas de cristal. Esto permite la entrada de gran cantidad de luz natural del exterior, creando una sensación de mayor amplitud si cabe.
La casa cuenta con muchos espacios abiertos que permiten a la familia disfrutar de las vistas hacia el lago que hay en las proximidades.
Se puede decir que cada ampliación ha requerido de un gran trabajo para no alterar la naturaleza. Si nos fijamos en la imagen superior, nos podemos encontrar como se ha tenido que construir alrededor de los árboles para evitar que fueran talados.
Nos gustaría destacar la estructura de este dormitorio que cuenta con estanterías y ventanas incorporadas a cada lado de la cama.
Ya en el baño, nos podemos encontrar un curioso diseño que permite que las piedras fluyan desde el exterior hacia el interior.
Una vez que habéis conocido esta casa de campo, ¿qué os ha parecido? Animaros y compartir con todos nosotros vuestros comentarios. ¡Os estamos esperando!