En muchos casos, buscamos la mejor forma para romper con nuestra rutina y olvidarnos de todo lo que nos rodea. Para ello no hay nada mejor que una escapada al campo y si puede ser en este pequeño refugio de meditación, mucho mejor.
Este refugio de 8 metros cuadrados, fue diseñado por los entonces estudiantes de arquitectura Matthias Prüger, Manuel Rauwolf and Ulrike Wetzel, hoy en día arquitectos allá por el año 2012. La idea de esta estructura era la de ofrecer un pequeño espacio donde poder romper con todo y donde únicamente la persona estuviera en calma con uno mismo.
Su pequeño espacio hace que las personas se entremezclen mejor con su entorno, dejando de lado todas las cosas materiales. La cabina consta de dos partes bien diferenciadas. En la planta baja está pensado para hacer vida en ella, mientras que en el nivel superior estaría el área de estudio. Entre ellos se encuentra la zona de la cama donde poder descansar y coger fuerzas.
La pared frontal se pliega para convertirse en una pequeña terraza, mientras que el techo se abre dejando entrar la luz natural del sol, además de dejar a la persona poder contemplar todo lo que le rodea.
Vía: homedit