“Hace frío y estoy lejos de casa”, dice la canción, y nos hace pensar que nada hay más lindo que llegar a nuestro lugar, después de haber estado afuera durante horas; sobre todo si hace frío.
Está comprobado que el clima impacta en nuestra salud y en nuestro rendimiento diario. Ocuparnos de nuestras tareas cotidianas y trabajar con una temperatura agradable, hace a nuestro bienestar general y nos pone de buen humor. Llegar y encontrar un ambiente acogedor no tiene precio; la calidez de nuestra casa es inigualable.
Un pequeño gran cambio
La temperatura ideal para mantener un ambiente agradable es de 21 grados. Nuestro hogar puede estar decorado con mucha armonía, pero si el clima no es el adecuado, nada tiene la misma validez. Un pequeño cambio puede lograr un gran clima, y la clave es poder llevarlo a cabo teniendo en cuenta las dimensiones de los ambientes que queremos calefaccionar, y el presupuesto que manejamos, para poder hacer la mejor de las inversiones.
Estufas, algo más que un electrodoméstico
Dice el diccionario que una estufa es una aparato destinado a calentar un espacio por medio de la electricidad o la combustión de gas, leña o carbón. Podemos decir, que en la actualidad, la estufa se ha convertido en un elemento imprescindible para enfrentar los meses de frío; otorgarnos abrigo y protección y cuidar el medio ambiente con los nuevos modelos de bajo consumo.
¿Eléctricas o a gas?
Podemos optar por elegir una estufa a gas o una estufa eléctrica. Cada una tiene sus ventajas y sus contras; por ejemplo, las estufas a gas generan más calor que las estufas eléctricas y calientan el ambiente con mayor rapidez, casi inmediatamente. Al calentar el aire por contacto directo con la llama, son más rápidas; pero es conveniente apagar las estufas eléctricas precio cuando salimos, ya que la combustión que producen genera anhídrido carbónico y es necesario tener una buena ventilación para evitar la acumulación de este gas tan venenoso.
La calefacción eléctrica, en cambio, es el sistema de calefacción más económico y rendidor para las zonas donde el clima es suave, para los departamentos chicos, o para los lugares en que no es necesario su uso diario. Emite calor por medio de la radiación, calienta el aire y aumenta la temperatura. Un artefacto de calefacción eléctrica, produce calor seco, mientras que las estufas a gas producen calor húmedo; es decir condensación, que se puede notar en los vidrios empañados y en la acumulación de agua en los techos y las paredes.
Como virtudes a destacar, podemos decir que el precio de las estufas eléctricas, es, siempre, muy conveniente y que son más seguras ya que se pueden usar en espacios cerrados.
Calefactores
Un calefactor es un aparato de tamaño reducido, transportable, que se conecta a la electricidad y produce un calor que se expande por toda la habitación.
Hay calefactores eléctricos de bajo consumo que cuentan con un cuerpo de aluminio y son más que eficientes para contrarrestar el frío húmedo de los meses de frío. Con un calefactor, el aire sube por convección calentando el ambiente en poco tiempo. El único inconveniente que tienen los calefactores es que son algo ruidosos porque incorporan un ventilador en su interior. Los convectores, en cambio, son absolutamente silenciosos.
Otras opciones
El convector es uno de los aparatos más eficientes que hay entre los artefactos que nos ofrecen los sistemas de calefacciones actuales. Este aparato calienta el aire frío que entra en su interior y lo expulsa en un punto fijo, pero caliente.
Los radiadores eléctricos son los que menos consumen. Son algo más grandes que los calefactores y permiten ajustar el nivel de calor con un comando. Son más potentes que los calefactores y su precio es más alto. Pueden ser portátiles o colocarse fijos a la pared. Se utilizan mucho como complemento de otros sistemas de calefacción central.
Cuidando el medio ambiente
Los actuales modelos son de estufas a gas y de estufas eléctricas de bajo consumo. Tiempo atrás era casi imposible tener encendida una estufa eléctrica durante la mayor parte del día debido al excesivo gasto de energía que provocaba. Los nuevos modelos de ambos sistemas, son más eficientes y económicos.
Los radiadores y los paneles para calefaccionar, además de ser los artefactos más modernos, son los que menor gasto generan, porque son los que consumen menos energía.
Dormir con el clima ideal
Las habitaciones, por lo general generan calor con los cortinados gruesos y las alfombras. En los meses de invierno, es necesario aclimatarlas para poder descansar con una temperatura de entre 18 y 21 grados.
Los artefactos eléctricos, son los recomendables ya que en caso de quedarnos dormidos no son tan peligrosos como las estufas a gas. El panel calefactor es la alternativa más eficiente para climatizar un dormitorio.
Tomemos precauciones
En ningún caso se debe dormir con una estufa a gas encendida porque la combustión consume oxígeno y genera monóxido de carbono que es imperceptible porque no se huele, pero provoca consecuencias fatales.
Una estufa a gas necesita ventilación; no se programa, es necesario abrir las ventanas para que se renueve el aire de la estancia durante algunos lapsos de tiempo, y de esa manera se corre el riesgo de perder el calor. Se corre, además el peligro de que se apaguen por alguna corriente de aire y sigan emanando gas. Son peligrosas en casas con niños pequeños, animales domésticos y personas con movilidad reducida. Está totalmente prohibido dormir con ellas y no se recomiendan para lugares pequeños.
Un cálido invierno
Sin duda alguna, hoy por hoy, los artefactos eléctricos son los más convenientes al momento de elegir un aparato para calefaccionar nuestros ambientes: ganan en practicidad, en seguridad y, además, son estéticamente agradables. El precio de las estufas eléctricas Perú, es, por demás, conveniente y accesible, sobre todo en estos meses de verano, cuando es más conveniente comprar. Solo es cuestión de decidirse, y después, disfrutar de un invierno mucho más cálido en nuestra casa.